Análisis a Conferencia de Ricardo Gareca
Las conferencias de prensa en contextos de crisis se han convertido en verdaderos laboratorios comunicacionales y reputacionales, ofreciendo valiosas lecciones para altos(as) ejecutivos(as) y líderes organizacionales.
La conferencia de Ricardo Gareca, tras el empate sin goles de Chile frente a Ecuador, se ha convertido en un ejemplo paradigmático de vocería bajo presión extrema. Una vez decantada la temperatura ambiente, su análisis revela elementos críticos sobre la gestión del mensaje, el tono y la narrativa, que pueden incidir decisivamente en la percepción pública, el futuro profesional del vocero y la reputación de la organización que representa.
La dinámica observada en esta vocería refleja situaciones análogas a las que enfrentan CEOs, directores(as) ejecutivos(as) y altos mandos corporativos al comunicar resultados adversos o decisiones controversiales ante stakeholders insatisfechos. En estos escenarios, la forma en que se comunica un vocero no solo puede fortalecer o deteriorar la confianza en su liderazgo, sino también afectar, de manera irreversible, la reputación institucional y su legitimidad como actor clave en momentos críticos.
A. Contexto Situacional
La vocería se desarrolló en un momento particularmente crítico: Chile empató 0-0 con Ecuador en un partido considerado "una final" para sus aspiraciones mundialistas. El ambiente en el Estadio Nacional evolucionó de un fuerte apoyo inicial a cánticos hostiles pidiendo la salida del entrenador. Chile se encuentra en el último lugar de la tabla de clasificación, con prácticamente nulas posibilidades matemáticas de clasificar al Mundial. Este contexto puso la reputación profesional de Gareca bajo seria amenaza y creó un escenario comunicacional extremadamente desafiante.
B. Análisis del Discurso y Manejo Comunicacional
I. Estrategia de Atribución de Responsabilidad Gareca empleó una estrategia defensiva con aceptación parcial de responsabilidad:
Acepta la responsabilidad general: "El máximo responsable soy yo" (repetido dos veces).
Pero contextualiza su llegada: "Chile está como lo recibí, está" – sugiriendo que los problemas eran preexistentes.
Distancia histórica: "De hace ocho años hasta aparte, Chile no está bien" – sitúa la crisis en un contexto histórico más amplio para proteger su reputación profesional. Esta combinación de aceptación y contextualización revela un intento de mitigar el impacto reputacional de la crisis mientras cumple con la expectativa, quizás mínima, de asumir responsabilidad.
II. Gestión del Tono y Postura Discursiva
Inicia con un tono conciliador: "Buenas Noches", "Quiero resaltar la actitud de los muchachos".
Evoluciona hacia un tono más firme y defensivo conforme avanza la conferencia
Finaliza con respuestas cortantes y tensas: "No sé qué autocrítica quiere que haga". Esta evolución del tono reveló una bajísima capacidad para mantener una postura comunicacional consistente bajo presión, lo que transmitió una imagen de pérdida progresiva de control sobre la situación.
III. Patrones Discursivos Recurrentes
Preservación de la autoridad técnica: Defiende sus decisiones tácticas: "No había motivo por el cual cambiar un esquema".
Apelación al trabajo invisible: Menciona estar "abocado totalmente" al proyecto sin especificar acciones concretas.
Contraargumentación: Utiliza las preguntas de los periodistas para reforzar sus puntos :"Se habló de una palabra que no la hablé yo, no la puse yo, de sometimiento". Estos patrones reflejan un intento de mantener la imagen de autoridad y competencia ante un cuestionamiento directo a su desempeño profesional.
IV. Manejo de la Presión Mediática
Gareca mostró resistencia a la presión de un ambiente hostil mediante:
Reafirmación de su voluntad: "Me gustaría quedarme y me gustaría hacerle frente a esta situación"
Rechazo del argumento de "descompresión": "¿Y hasta cuándo? [...] Yo no creo en eso de que hay que descomprimir"
Selectividad en reconocer debilidades: Menciona las lesiones solo al final, aclarando que "Jamás lo expuse como una excusa” Este enfoque revela una estrategia de resistencia que, si bien demuestra determinación, puede interpretarse como obstinación ante evidencias de fracaso que requieren un replanteamiento.
V. Inconsistencias Comunicacionales
Afirma que Chile hizo "un gran partido" pero no logra explicar concretamente por qué no se ganó.
Señala tener "toda la energía" para continuar, pero muestra irritación y desgano en sus respuestas finales.
Menciona que Chile "está como lo recibió" pero también que bajo su mando "bajó un escalón" Estas inconsistencias socavan su credibilidad y liderazgo auténtico, creando brechas entre el discurso y la realidad percibida.
VI. Patrones Retóricos Empleados
Preguntas retóricas: "¿Y hasta cuándo?" "¿No sé qué autocrítica quiere que haga?"
Desplazamiento de foco: Desvía la atención hacia problemas estructurales o históricos.
Construcción de contraste: "Yo no inicié este proceso" vs. "Me gustaría poder quedarme para iniciar un proceso [...] primero pelear todo lo que resta pelear, y segundo, si tengo la posibilidad de continuar, me gustaría".
Autoreferencia: Abundancia de expresiones como "de parte nuestra", "de parte mía", "me gustaría". Estos recursos retóricos funcionaron principalmente como mecanismos defensivos, creando distancia entre el vocero y los resultados negativos, lo que debilitó su capacidad para transmitir un mensaje de liderazgo efectivo.
VII. Impacto Comunicacional y Reputacional
La conferencia mostró un entrenador que:
No logró construir narrativa de esperanza: No ofreció soluciones concretas ni señaló cambios específicos para mejorar.
Personalizó el conflicto: Convirtió las críticas profesionales en asuntos personales.
Transmitió ambivalencia: Entre el deseo de continuar y el reconocimiento implícito del fracaso.
Falló en empatizar: No logró conectar emocionalmente con la frustración de los aficionados Estos fallos deterioraron colectivamente su reputación profesional y credibilidad de liderazgo, amplificando la crisis en lugar de mitigarla.
C. Lecciones para la Gestión Comunicacional y Reputacional en Crisis
Este caso ilustra cómo la comunicación en momentos de alta presión puede amplificar o mitigar una crisis. Las lecciones clave para ejecutivos y líderes organizacionales incluyen:
Preparar mensajes clave consistentes: Definir 3-5 mensajes fundamentales antes de enfrentar a los medios y mantenerlos durante toda la intervención, evitando las inconsistencias que observamos en esta conferencia.
Equilibrar responsabilidad y contexto: Asumir responsabilidad genuina sin depender excesivamente de factores externos o históricos. Las referencias de Gareca a la crisis histórica chilena podrían percibirse como una una estrategia discursiva para desviar la atención o desplaza la responsabilidad hacia factores externos, estructurales o históricos, con el fin de proteger su imagen pública o profesional y conservar su puesto.
Comunicación orientada a soluciones: Complementar el reconocimiento de problemas con propuestas específicas de mejora y plazos comprometidos. La ausencia de estas propuestas en la conferencia dejó un vacío notable en la narrativa reputacional.
Mantener coherencia emocional: El tono de Gareca evolucionó de conciliador a defensivo/agresivo a lo largo de la conferencia, debilitando la efectividad de su mensaje. Un liderazgo comunicacional efectivo requiere estabilidad emocional.
Anticipar líneas de cuestionamiento: Las preguntas sobre cambios tácticos y autocrítica encontraron a Gareca sin respuestas preparadas, generando momentos de tensión evitables con preparación previa.
Gestionar adecuadamente el timing comunicacional: Las menciones a lesiones y dificultades aparecieron tardíamente en la conferencia, restándoles credibilidad. La información relevante debe presentarse proactivamente, no como respuesta defensiva.
Evitar la personalización del conflicto: Gareca trasladó parte de la discusión al plano personal ("me gustaría quedarme"), cuando el foco debería haber permanecido en los resultados y el rendimiento del equipo.
Construir puentes empáticos: Reconocer y validar las frustraciones de las audiencias clave es esencial para la preservación reputacional. Gareca reconoció el malestar del público pero no logró conectar genuinamente con esa emoción.
Articular una narrativa de futuro: La ausencia de una visión clara sobre cómo superar la crisis dejó un vacío que fue ocupado por la incertidumbre y la especulación, deteriorando aún más su posición.
D. Aplicación al Mundo Ejecutivo
Para ejecutivos(as) y líderes organizacionales, este caso ofrece valiosas enseñanzas aplicables a múltiples contextos de crisis corporativa. El análisis de la conferencia de Gareca proporciona un marco de referencia para entender cómo las estrategias comunicacionales pueden amplificar o mitigar situaciones críticas en entornos empresariales:
I. Comunicación de resultados financieros adversos
Cuando una organización debe comunicar resultados por debajo de las expectativas o pérdidas significativas, los líderes enfrentan desafíos similares a los de Gareca:
Equilibrio entre transparencia y confianza: Los CEOs y CFOs deben reconocer abiertamente los resultados negativos sin generar pánico. Al igual que Gareca debió explicar el empate sin desmoralizar, los ejecutivos financieros deben presentar cifras adversas sin socavar la confianza en la dirección estratégica.
Contextualización estratégica: La forma en que se enmarcan los resultados determina su interpretación. Mientras Gareca intentó situar el resultado en un contexto histórico más amplio, los ejecutivos pueden contextualizar un trimestre negativo dentro de tendencias sectoriales o macroeconómicas, siempre que esta contextualización no se perciba como evasión de responsabilidad.
Narrativa de recuperación: A diferencia de Gareca, quien no logró articular un camino claro hacia la mejora, los ejecutivos financieros efectivos complementan el reconocimiento de desafíos con un plan de acción concreto, con hitos medibles y plazos definidos que restauren la confianza.
II. Gestión de crisis reputacionales
Ante escándalos, fallos operacionales o denuncias públicas, la capacidad de respuesta comunicacional determina la magnitud del daño reputacional:
Empatía genuina vs. protocolo: La diferencia entre una crisis contenida y una amplificada radica frecuentemente en la autenticidad de la respuesta emocional. Donde Gareca mostró una pobre empatía, casi protocolar, hacia el público ("entiendo el disgusto"), los líderes efectivos demuestran una comprensión genuina del impacto emocional de la crisis en los stakeholders afectados.
Acciones inmediatas y visibles: A diferencia de la ambigüedad de Gareca sobre cambios futuros, los ejecutivos (as) que superan crisis reputacionales anuncian medidas correctivas específicas e inmediatas que demuestran compromiso real con la resolución del problema.
Responsabilidad personal del liderazgo: La forma en que un líder asume responsabilidad personal establece el tono para toda la organización. La reiteración de Gareca de ser "el máximo responsable" sin especificar errores concretos y posibles soluciones solo contribuye a mal encapsular la crisis y no sirve de nada, salvo de acrecentar y validar su salida de la dirección técnica de la selección.
Congruencia entre palabras y acciones: La credibilidad en crisis depende de la coherencia entre lo declarado y lo implementado. Mientras las respuestas de Gareca carecieron de propuestas concretas de cambio, ejecutivos (as) que sortean y gestionan efectivamente crisis han demostrado que las palabras se traducen en acciones tangibles.
III. Comunicación de reestructuraciones organizacionales
Las reorganizaciones, fusiones o reestructuraciones de personal representan momentos críticos donde la comunicación puede determinar el éxito de la transición:
Narrativa de necesidad vs. excusas externas: Al anunciar reestructuraciones de personal, la tendencia a atribuir la decisión exclusivamente a factores externos (similar a la referencia de Gareca a la crisis histórica chilena) suele percibirse como evasiva. Los líderes efectivos combinan el reconocimiento de factores contextuales con la asunción de decisiones estratégicas propias.
Humanización del impacto: A diferencia del enfoque técnico y distante de Gareca, los ejecutivos que logran transiciones menos traumáticas reconocen explícitamente el impacto humano de las reestructuraciones, mostrando conciencia del costo personal que implican sus decisiones.
Visión post-transformación: La capacidad para articular cómo será la organización después de la reestructuración, ausente en la conferencia analizada, resulta crucial para mantener el compromiso de quienes permanecen. Los ejecutivos efectivos presentan o relatan un panorama claro del "para qué" de la transformación, no solo del "por qué".
Consistencia en la comunicación multinivel: Mientras Gareca mostró inconsistencias a lo largo de su conferencia, las reestructuraciones exitosas mantienen mensajes alineados desde la comunicación a inversionistas hasta las conversaciones individuales con colaboradores afectados, evitando contradicciones que generen desconfianza.
IV. Manejo de expectativas de inversionistas
La gestión de relaciones con el mercado durante períodos de volatilidad o incumplimiento de proyecciones presenta paralelos con la situación de Gareca:
Credibilidad predictiva: La reputación de un líder se construye sobre su capacidad para cumplir compromisos. Así como la posición de Gareca se debilitó por resultados inferiores a las expectativas, los ejecutivos enfrentan escrutinio intensificado cuando no alcanzan proyecciones financieras previamente comunicadas.
Ajuste estratégico de expectativas futuras: A diferencia de Gareca, quien no ajustó las expectativas sobre clasificación al Mundial, los CFOs efectivos reformulan las proyecciones futuras de manera creíble, ni excesivamente conservadora ni injustificadamente optimista.
Diferenciación entre eventos puntuales y tendencias: La capacidad para distinguir claramente entre disrupciones temporales y desafíos estructurales determina la confianza de los inversionistas. Los ejecutivos deben evitar la ambigüedad que caracterizó el discurso de Gareca sobre el estado actual vs. problemas históricos.
V. Comunicación interna en momentos de incertidumbre
Los períodos de transformación o crisis requieren liderazgo comunicacional que estabilice a la organización:
Manejo de la ansiedad colectiva: Gareca identificó correctamente la "ansiedad" en el público chileno, pero no logró canalizarla efectivamente. Los (as) líderes efectivos (as) reconocen explícitamente la incertidumbre que sienten sus equipos y ofrecen estructuras y propuestas para gestionarla, no solo señalarla.
Conexión entre valores y decisiones: La alineación explícita entre los valores organizacionales y las decisiones tomadas durante crisis fortalece la coherencia cultural. Los líderes más efectivos, a diferencia de lo observado en este caso, vinculan cada acción con los principios fundamentales de la organización, entidad o, en este caso, equipo.
Dosificación informativa: La capacidad para determinar qué información compartir, cuándo y cómo, resulta crucial. Mientras Gareca presentó información relevante (como lesiones) tardíamente en forma defensiva, mal gestionada y contextualizada, los ejecutivos efectivos anticipan proactivamente las necesidades informativas
VI. Impacto transversal en la cultura organizacional
Más allá de contextos específicos, el manejo comunicacional en crisis modela comportamientos que permean toda la cultura organizacional:
Modelo de rendición de cuentas: La forma en que los altos ejecutivos asumen responsabilidad establece el estándar para toda la organización. La ambigüedad de Gareca sobre su responsabilidad específica contrasta con líderes que modelan una rendición de cuentas clara y detallada.
Conexión entre comunicación y confianza institucional: La consistencia entre mensajes públicos e internos determina la credibilidad del liderazgo. Los ejecutivos que, a diferencia del caso analizado, mantienen coherencia entre diferentes audiencias fortalecen la confianza institucional.
Desarrollo de resiliencia organizacional: Las crisis bien gestionadas comunicacionalmente se convierten en oportunidades de aprendizaje colectivo. Los líderes que transforman las vocerías críticas en momentos de evolución cultural fortalecen la capacidad adaptativa de sus organizaciones frente a futuras disrupciones.
E. Conclusión
Es importante reconocer que la conferencia de prensa era una obligación contractual ineludible para Gareca. En tales circunstancias, incluso los comunicadores más experimentados enfrentan desafíos considerables. El análisis no busca cuestionar la necesidad de la conferencia, sino examinar las oportunidades de gestión comunicacional y reputacional más efectiva dentro de ese contexto, de por sí, obligatorio.
La vocería efectiva en crisis requiere no solo preparación técnica sino también inteligencia emocional y capacidad estratégica para transformar momentos de vulnerabilidad en oportunidades de liderazgo auténtico.
Esta conferencia sirve como un interesante caso de estudio para ejecutivos (as) que enfrentan el desafío de comunicar en momentos críticos, demostrando que incluso en las circunstancias más adversas, la gestión del mensaje puede marcar la diferencia entre amplificar o mitigar una crisis reputacional.
En el mundo empresarial, donde las crisis son inevitables, no es el evento desencadenante sino la respuesta comunicacional lo que define el impacto final en la reputación y la confianza de los stakeholders.
Este análisis pretende ofrecer un marco estructurado para preparar y ejecutar vocerías efectivas que protejan y, en el mejor de los casos, fortalezcan la posición de liderazgo en momentos de adversidad. Si te parece interesante compártelo.